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Sudoración Excesiva

La sudoración excesiva, también llamada hiperhidrosis es la sudoración anormal que no tiene la finalidad de enfriar al cuerpo, como en condiciones normales lo haría.

La hiperhidrosis hace que suden manos, pies y rostro, principalmente y puede hacer que la ropa termine empapada y que quien la padezca sienta vergüenza y rechazo social.

La sudoración excesiva aparece en condiciones de calma física y tranquilidad y esto es debido a la existencia de glándulas sudoríparas hiperactivas, las cuales generan sudor sin control.

A este tipo de hiperhidrosis se le llama primaria, es decir, que no es causa de alguna enfermedad. Algunos especialistas sugieren que su desarrollo tiene orígenes genéticos.

Asimismo, existe la hiperhidrosis focal y generalizada. La primera es cuando existe sudoración en determinadas partes del cuerpo, la segunda, en casi todo el cuerpo.

¿Qué enfermedades provocan sudoración excesiva?

Cuando la sudoración excesiva es producida por una enfermedad, se le llama hiperhidrosis secundaria.

Entre los padecimientos que producen hiperhidrosis, son:

• Infecciones.
• Algunos tipos de cáncer.
• Diabetes.
• Hipoglucemia o niveles bajos de azúcar en sangre.
• Ataque cardiaco.
• Alteraciones en la glándula tiroides.
• Alteraciones del sistema nervioso.
• Algunos medicamentos.
• Enfermedades pulmonares.
• Enfermedad de Parkinson.
• Ansiedad.

Síntomas de hiperhidrosis

Existen ocasiones en que el exceso de sudor puede provocar que la piel se inflame y se ponga roja.

De igual manera, estas zonas pueden emitir un olor desagradable debido a las bacterias que la piel contiene.

Diagnóstico y tratamiento

Para confirmar el diagnóstico de hiperhidrosis, los médicos podrán disponer de una serie de pruebas como son:

• Aplicar almidón y yodo para determinar las zonas con exceso de sudor.
• Pruebas de sangre para analizar la presencia de alguna enfermedad.
• Pruebas de imágenes para analizar la presencia de tumores.

Para tratar la sudoración excesiva se puede utilizar lo siguiente:

Antitranspirantes con cloruro de aluminio para tapar las glándulas sudoríparas.

Medicamentos anticolinérgicos para controlar la estimulación a las glándulas sudoríparas.

Iontoforesis que conduce corriente eléctrica a las glándulas sudoríparas para desactivarlas.

Toxina botulínica o bótox que bloquea la sudoración excesiva.

Cirugía para desconectar los nervios que activan las glándulas sudoríparas en zonas específicas del cuerpo. Se llama simpatectomía transtorácica endoscópica.