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Parálisis del Nervio Facial

También conocida como parálisis de Bell, la parálisis facial se refiere a la pérdida de movimiento voluntario de un lado de la cara. A causa de esto, en parte de la cara está debilitada y se observa caída. Este problema puede ocurrir a cualquier edad.

Esto es debido a una posible inflamación del nervio facial (séptimo par craneal) o consecuencia de una infección (virus del herpes simple o herpes zóster). También puede ser producto de:

• Enfermedad de Lyme.
• Infección SIDA.
• Sarcoidosis.
• Epstein-Barr.
• Paperas.
• Rubéola.
• Virus de influenza B.
• Diabetes.

Generalmente, la parálisis facial es temporal y mejora la movilidad a lo largo de las semanas.

Cuando existe una parálisis del nervio facial afecta por completo a la mitad del rostro. Cuando existe parálisis central, sólo se afecta el movimiento a la parte inferior del rostro, es posible mover la ceja y los ojos normalmente.

Síntomas de la parálisis facial

Los síntomas aparecen de forma súbita y son:

• Debilidad progresiva en un lado de la cara.
• Caída de un lado de la cara.
• Dificultad para realizar expresiones faciales.
• Dolor de cabeza.
• Babeo.
• Dolor de mandíbula del lado afectado.
• Dolor dentro o detrás del oído del lado afectado.
• Pérdida del sentido del gusto.
• Sensación de que la cara está estirada de un lado.
• Dificultad para comer y beber.
• Hiperacusia.
• Resequedad en boca y ojos.

Tratamiento

Para diagnosticar y confirmar la presencia de parálisis facial, se realizan pruebas médicas como radiografías de tórax, tomografía computarizada, análisis de sangre, resonancias magnéticas.

El tratamiento se centra el aliviar las molestias que provoca este padecimiento, por lo cual, se recetarán gotas para mantener lubricado el ojo; corticosteroides para reducir la inflamación del nervio facial o antivirales para combatir una posible infección.

Por lo general, la parálisis facial suele mejorar sola, a lo largo de los meses. Durante este tiempo de recuperación, será necesario tener fisioterapia para evitar el daño a los músculos por la inactividad.