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Incontinencia Masculina
Incontinencia imperiosa, vejiga hiperreactiva, inestabilidad del detrusor, hiperreflexia del detrusor, vejiga irritable, vejiga espasmódica, vejiga inestable, incontinencia con tenesmo o espasmos vesicales es una necesidad fuerte y repentina de orinar debido a espasmos o contracciones de la vejiga.
SÍNTOMAS DE LA INCONTINENCIA IMPERIOSA
Micción frecuente durante el día y la noche
Pérdida involuntaria de orina
Necesidad de orinar urgente (tenesmo vesical) y repentina
CAUSAS DE LA INCONTINENCIA IMPERIOSA
La capacidad de una persona para retener la orina depende del funcionamiento normal de las vías urinarias inferiores, los riñones y el sistema nervioso. La persona tiene que tener igualmente la capacidad física y mental para reconocer y responder a la necesidad imperiosa de orinar.
La capacidad de la vejiga para llenarse y almacenar orina requiere que esté funcionando el músculo del esfínter (que controla la salida de orina fuera del cuerpo) y que el músculo de la pared vesical (detrusor) esté estable.
El proceso de micción consta de dos fases:
Llenado y almacenamiento
Vaciado
Durante la fase de llenado y almacenamiento, la vejiga se expande de manera que pueda almacenar la cantidad cada vez mayor de orina. La vejiga de una persona promedio puede contener de 350 a 550 ml de orina. Generalmente, una persona siente que tiene necesidad de orinar cuando hay aproximadamente 200 ml de orina almacenada en la vejiga.
El sistema nervioso le avisa a usted sobre la necesidad de orinar y también permite que la vejiga continúe llenándose.
La fase de vaciado requiere que el músculo detrusor se contraiga, forzando la salida de orina de la vejiga. Al mismo tiempo, el músculo del esfínter tiene que relajarse, de tal manera que la orina pueda salir del cuerpo.
La vejiga de un bebé se contrae de forma automática cuando se alcanza un determinado volumen de orina. A medida que el niño crece y aprende a controlar la micción, parte del cerebro (corteza cerebral) ayuda a impedir la contracción del músculo de la vejiga. Esto permite retardar la micción hasta cuando la persona esté lista para usar el baño.
Las contracciones musculares de la vejiga no deseadas pueden suceder a raíz de problemas en el sistema nervioso (neurológicos) e irritación vesical.
INCONTINENCIA IMPERIOSA
La incontinencia imperiosa es la fuga o escape de orina debido a la contracción inapropiada de los músculos vesicales. A menudo, estas contracciones suceden sin importar la cantidad de orina que haya en la vejiga.
La incontinencia imperiosa puede resultar de:
Cáncer vesical
Inflamación de la vejiga
Obstrucción de la salida de la vejiga
Cálculos en la vejiga
Infección
Enfermedades neurológicas (como la esclerosis múltiple)
Lesiones neurológicas (como lesión de la médula espinal o accidente cerebrovascular)
En los hombres, la incontinencia imperiosa también puede deberse a:
Cambios en la vejiga causados por hipertrofia prostática benigna (HPB)
Obstrucción de la salida de la vejiga por un agrandamiento de la próstata
En la mayoría de los casos de incontinencia imperiosa, no puede identificarse una causa específica.
Aunque la incontinencia imperiosa puede presentarse en cualquier persona a cualquier edad, es más común en las mujeres y en las personas de edad avanzada.
PRUEBAS Y EXÁMENES DE LA INCONTINENCIA IMPERIOSA
Durante un examen físico, el médico examinará el abdomen y del recto. A las mujeres también se les practicará un examen pélvico y a los hombres un examen genital. En la mayoría de los casos, el examen físico o chequeos médicos no revela nada anormal.
Si se presentan causas relacionadas con el sistema nervioso (neurológicas), se pueden encontrar otras anomalías.
Entre los exámenes que se pueden realizar se encuentran:
EMG (miografía): raras veces se necesita
Inspección de la parte interna de la vejiga (cistoscopia)
Prueba con toalla sanitaria (después de colocar una toalla sanitaria previamente pesada, se le pide al paciente que haga ejercicio; después del ejercicio, la toalla se vuelve a pesar para determinar el grado de pérdida de orina)
Ecografía abdominal o pélvica
Residuo posmiccional para medir la cantidad de orina que queda en la vejiga después de la micción
Análisis de orina o urocultivo para descartar una infección urinaria
Prueba de esfuerzo urinario (el paciente se para con la vejiga llena y tose)
Estudios urodinámicos (medición de la presión y flujo urinarios)
Radiografía con medio de contraste
Pueden realizarse otros exámenes para descartar otros tipos de incontinencia. La prueba del hisopo o Q-tip mide el cambio en el ángulo de la uretra cuando está en reposo y cuando está escurriendo orina. Un cambio de ángulo mayor a 30 grados a menudo indica que los músculos que sostienen la vejiga están débiles, lo cual es común en la incontinencia urinaria de esfuerzo.
EL TRATAMIENTO DE LA INCONTINENCIA IMPERIOSA
La elección de un tratamiento depende de la gravedad de los síntomas y de qué interfieren con su estilo de vida. Existen tres grandes categorías de tratamiento para la incontinencia imperiosa: medicamentos, readaptación y cirugía.
Igualmente, puede ser útil eliminar alimentos que puedan irritar la vejiga como:
Cafeína
Bebidas carbonatadas
Comidas muy ácidas como frutas y jugos cítricos
Comidas condimentadas
REEDUCACION VESICAL
El manejo de la incontinencia imperiosa, por lo general, comienza con un programa de reeducación vesical. Ocasionalmente, la estimulación eléctrica y la terapia de biorretroalimentación pueden emplearse junto con la reeducación vesical.
Un programa de reeducación vesical implica ser consciente de los patrones de los episodios de incontinencia y luego usted aprende de nuevo las destrezas necesarias para el almacenamiento y vaciado apropiado de la vejiga.
La reeducación vesical consiste en desarrollar un horario de los momentos en que usted debe intentar orinar. Usted trata conscientemente de demorar la micción entre estos momentos.
Un método es forzarse a sí mismo a esperar de una hora a hora y media entre las idas al baño, a pesar de cualquier escape de orina o ganas de orinar durante estos momentos. A medida que usted se vuelva experto para esperar, incremente gradualmente los intervalos de tiempo en media hora, hasta que esté orinando cada tres a cuatro horas.
LOS EJERCICIOS DE KEGEL
Los ejercicios de entrenamiento del músculo pélvico, llamados ejercicios de Kegel, se emplean principalmente para tratar a las personas con incontinencia urinaria de esfuerzo. Sin embargo, estos ejercicios también pueden resultar beneficiosos para aliviar los síntomas de la incontinencia imperiosa.
El principio que está detrás de los ejercicios de Kegel es fortalecer los músculos del piso pélvico para mejorar el funcionamiento del esfínter uretral. El éxito de los ejercicios dependerá de la técnica apropiada y del estricto cumplimiento de un programa regular de ejercicios.
Otro método es emplear conos vaginales para fortalecer los músculos del piso pélvico. El cono vaginal es un dispositivo con un cierto peso que se introduce en la vagina. La mujer contrae los músculos del piso pélvico haciendo un esfuerzo para contener el dispositivo en su lugar. La contracción se debe contener hasta por 15 minutos y debe hacerse dos veces al día. Al cabo de cuatro a seis semanas, alrededor del 70% de las mujeres que ensayan este método han tenido alguna mejoría en los síntomas.
BIORRETROALIMENTACIóN Y ESTIMULACION ELÉCTRICA
La biorretroalimentación y la estimulación eléctrica pueden ayudar a identificar el grupo correcto de músculos a trabajar, para constatar que usted esté realizando los ejercicios de Kegel en forma correcta.
Algunos terapeutas colocan un sensor en la vagina (para las mujeres) o en el ano (para los hombres) para evaluar la contracción de los músculos del piso pélvico. Un monitor desplegará una gráfica mostrando cuáles músculos se están contrayendo y cuáles están en reposo. El terapeuta puede ayudarle a identificar los músculos correctos para realizar los ejercicios de Kegel.
La estimulación eléctrica implica el uso de una corriente eléctrica de bajo voltaje para estimular el grupo correcto de músculos. La corriente se puede aplicar utilizando una sonda anal o vaginal. La terapia de estimulación eléctrica puede realizarse en la clínica o en la casa. Las sesiones de tratamiento generalmente duran 20 minutos y se pueden realizar cada uno a cuatro días.
CIRUGÍA
La cirugía puede incrementar la capacidad de almacenamiento de la vejiga y disminuir la presión en su interior. La cirugía está reservada para pacientes que estén gravemente debilitados a causa de su incontinencia y tengan una vejiga inestable (contracción inapropiada severa) y poca capacidad para almacenar orina.
La cistoplastia de aumento es el procedimiento quirúrgico utilizado con más frecuencia para la incontinencia imperiosa severa. En esta cirugía, se le agrega un segmento del intestino a la vejiga con el fin de aumentar su tamaño y permitir que almacene más orina.
Las posibles complicaciones son las de cualquier cirugía abdominal mayor:
Coágulos de sangre
Oclusión intestinal
Infección
Neumonía
Existe el riesgo de desarrollar conductos anormales en forma de tubo (fístulas urinarias) que ocasionan drenado urinario anormal, infección urinaria y dificultad para orinar. La cistoplastia de aumento también está asociada con un riesgo ligeramente mayor de desarrollo de tumores.
La estimulación del nervio sacro es una opción quirúrgica más nueva que consiste en una unidad implantada que envía pequeños pulsos eléctricos al nervio sacro. Los pulsos eléctricos pueden ajustarse a los síntomas de cada paciente.
ACTIVIDAD
Las personas con incontinencia imperiosa pueden descubrir que les ayuda el hecho de evitar las actividades que irritan la uretra y la vejiga, como tomar baños de espuma o usar jabones cáusticos en el área genital.
CONTROL
La incontinencia urinaria es un problema prolongado (crónico). Aunque usted se puede considerar curado por medio del tratamiento, debe continuar acudiendo al médico para evaluar el progreso de sus síntomas y vigilar en busca de posibles complicaciones del tratamiento.
EL PRONÓSTICO
El pronóstico depende de los síntomas, de un diagnóstico preciso y del tratamiento apropiado. Muchos pacientes tienen que intentar diferentes terapias (algunas al mismo tiempo) para reducir los síntomas.
El mejoramiento instantáneo no es usual y generalmente se requiere paciencia y perseverancia para ver una mejoría. Un pequeño número de pacientes requiere intervención quirúrgica para controlar los síntomas.
POSIBLES COMPLICACIONES
Las complicaciones físicas son poco comunes. Sin embargo, pueden surgir problemas psicosociales, particularmente si usted es incapaz de ir al baño cuando siente ganas de orinar.
CUÁNDO LLAMAR A UN MÉDICO ESPECIALISTA
Solicite una cita con el médico si:
Sus síntomas le están causando problemas
Tiene molestia en la pelvis o ardor al orinar
Sus síntomas ocurren diariamente
PREVENCIÓN DE LA INCONTINENCIA IMPERIOSA
Comenzar las técnicas de readaptación de la vejiga de manera temprana puede ayudar a reducir la severidad de los síntomas.
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