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Aneurisma

Un aneurisma hace referencia a la dilatación de una zona de un vaso sanguíneo, formando un globo que se acumula de sangre. Esta dilatación se debe a que la pared del vaso sanguíneo se debilita. Cuando ocurre este abombamiento o dilatación, puede producirse una rotura y una hemorragia severa.

Las zonas más comunes en donde se desarrollan los aneurismas, son: arteria aorta (la arteria mayor que sale del corazón), el cerebro, el intestino, detrás de la rodilla y en bazo.

Hasta la fecha, no se conoce lo que causa exacta de los aneurismas, sin embargo, se han localizado los factores de riesgo:

• Herencia genética.
• Tabaquismo.
• Colesterol alto.
• Aterosclorosis.
• Hipertensión.
• Exceso de alcohol.
• Diabetes.
• Obesidad.
• Deficiencia de cobre.

Síntomas de aneurisma

Los signos y síntomas de los aneurismas dependerán de su ubicación y estado (rotos o no rotos).

No roto

Los aneurismas de gran tamaño pueden presionar diversos nervios, provocando:

• Pupila dilatada.
• Dolor detrás y arriba del ojo.
• Visión doble.
• Entumecimiento de un lado del rostro.
• Problemas del habla.
• Pérdida de equilibrio.
• Fatiga.
• Pérdida de percepción.
• Dolor de cabeza.

Roto

• Pérdida de la visión.
• Dolor o rigidez de cuello.
• Náuseas.
• Vómitos.
• Sensibilidad a la luz.
• Dolor de cabeza intenso.
• Convulsiones.
• Pérdida de conocimiento.
• Confusión.

Cuando se rompe un aneurisma, la posibilidad de coma o muerte, aumentan.

Aneurisma de la aorta

Se producen en la aorta, el vaso sanguíneo más grande del cuerpo. El aneurisma puede ser:

Aorta abdominal: La parte de la aorta que atraviesa el abdomen.

Aorta torácica: La parte de la aorta que atraviesa la cavidad del pecho.

Según la ubicación, pueden presentarse síntomas como dolor de espalda, dolor intenso en el abdomen, pulsación cerca del ombligo, ronquera, tos y falta de aire.

Tratamiento

Para diagnosticar un aneurisma, el cardiólogo podrá realizar pruebas de imagen como tomografías computarizadas, ecocardiograma, resonancia magnética, análisis del líquido cefalorraquídeo, angiografía cerebral.

Cuando se conoce bien la ubicación y características del aneurisma, se podrán usar medicamentos o cirugía, según sean los síntomas y la gravedad en cada paciente.

Para los aneurismas de aorta, es posible prescribir betabloqueadores, bloqueadores de los receptores de la angiotensina II y estatinas para reducir la presión de la sangre y el colesterol.

De igual manera, se pueden realizar cirugías como:

• Cirugía de tórax abierto: se reemplaza la parte dañada con un injerto.
• Cirugía endovascular: Se inserta a través de una arteria de la pierna hasta la aorta un injerto sintético.

Para los aneurismas cerebrales se puede practicar:

• Grapado quirúrgico: Detiene el flujo sanguíneo al aneurisma por medio de un engrapado y abriendo una zona del cráneo.
• Embolización endovascular: Se detiene el flujo sanguíneo por medio de la colocación de un tubo dentro del aneurisma para detener el flujo. Se realiza por medio de un catéter.