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Hernia Umbilical
Una hernia consiste en la salida al exterior de un órgano recubierto de peritoneo (membrana que recubre los órganos del abdomen), que normalmente suele ser parte del intestino delgado o las capas que envuelven a éste, a través de un defecto o un orificio que se produce en la pared abdominal, justo por debajo de la piel. Esta salida es manifestada en el cuerpo del paciente como una especie de bulto que es palpable y se percibe visualmente.
Las hernias abdominales pueden ser de distintos tipos: inguinales, umbilicales, femorales o epigástricas, entre otras, según en qué zona del cuerpo se encuentren. En este caso, las hernias umbilicales son las que aparecen, como su nombre bien indica, en el ombligo o alrededor de éste.
TIPOS DE HERNIAS UMBILICALES…
Las hernias umbilicales, según su origen o etiología, pueden ser de dos tipos:
Hernia umbilical primaria: este tipo de hernias son las que están presentes en los pacientes desde el momento de su nacimiento y el principal motivo de su aparición es un defecto en la pared abdominal y en el cordón umbilical desde que comenzó su formación en el útero materno.
Hernia umbilical incisional: estas hernias umbilicales surgen como causa de intervenciones quirúrgicas previas en la zona y que, con el paso de los años, se ha ido debilitando la sutura o la herida quirúrgica interna. Con la realización de esfuerzos continuos en la zona abdominal, la hernia encuentra un lugar por donde protruir o salir al exterior.
Causas de la aparición de una hernia umbilical
A parte de las causas ya señaladas en el apartado anterior, las hernias umbilicales incisionales pueden tener su causa en:
La realización de ejercicio físico vigoroso.
Levantamiento de objetos muy pesados.
Padecer estreñimiento crónico y, por lo tanto, hacer esfuerzos al defecar.
Padecer tos crónica.
Agrandamiento de la próstata, realización de esfuerzo para orinar.
Tener sobrepeso.
En general, todo tipo de actividades o problemas de salud que aumenten la presión en la zona abdominal pueden ser susceptibles de causar una hernia umbilical.
En otras ocasiones, las hernias están presentes desde el nacimiento, solo que no se manifiestan hasta edades más avanzadas.
Hernia umbilical y embarazo
Durante el embarazo, la hernia más común que se produce en mujeres es la hernia umbilical. Al contrario de lo que se pueda pensar, la hernia umbilical en embarazadas NO supone ningún riesgo ni complicación para el embarazo o para el feto.
En embarazadas, las hernias umbilicales suelen producirse durante la segunda semana de gestación debido al aumento del tamaño del útero, aunque también puede presentarse tras dar a luz, debido al gran esfuerzo realizado.
Normalmente, las hernias suelen ser previas al embarazo debido a, como comentábamos antes, un defecto en la pared abdominal que en este caso se hace patente debido a la presión ejercida en el abdomen durante el embarazo.
En cuanto al tratamiento quirúrgico de hernias en embarazadas, siempre deben operarse una vez se haya dado a luz, ya que durante el embarazo podrían surgir complicaciones.
Síntomas de una hernia umbilical
Por lo general, las hernias umbilicales no presentan síntomas más allá de la protuberancia o bulto en el ombligo. Este bulto es blando al tacto y, si ejercemos presión sobre él, se vuelve a introducir en el interior del abdomen, aunque volverá a protruir cuando dejemos de hacer presión.
En algunos casos, el paciente puede sentir dolor o ardor en la zona de la hernia al realizar esfuerzos en el abdomen, como toser, estornudar, levantar objetos pesador, etc. Cuando este dolor se manifiesta, normalmente el especialista recomienda una faja abdominal, sobre todo a embarazadas.
En general, cuando el paciente se encuentra en reposo, las hernias umbilicales no causan molestias.
Aquellos tipos de hernias que sean demasiado voluminosas para el orificio de salida de la hernia pueden quedar lo que se denomina “estranguladas” por el orificio de salida. Cuando esto ocurre, puede impedir la correcta circulación de la sangre e incluso puede producirse isquemia y necrosis en el tejido. Las hernias estranguladas deben ser comunicadas inmediatamente al especialista para que éste las opere de urgencia, ya que son muy peligrosas para el correcto funcionamiento del organismo.
Diagnóstico de una hernia umbilical
Cuando la hernia umbilical alcanza un tamaño considerable es fácil su diagnóstico por parte del especialista, ya que es fácilmente reconocible mediante la exploración física.
También es común la realización de pruebas diagnósticas como el TAC o la ecografía para el diagnóstico de hernias abdominales más pequeñas, ya que las hernias abdominales más grandes se pueden ver a simple vista, aunque no se suele hacer si no existen molestias en la zona.
Tratamiento de una hernia umbilical
Para el tratamiento de una hernia umbilical, el paciente puede tomar medicamentos para disminuir el dolor que le causa la hernia, siempre y cuando tenga dolor. Es importante consultar con el especialista qué medicamento es el adecuado y con qué frecuencia debe tomarse.
Sin embargo, el único tratamiento y el definitivo para la hernia umbilical es la operación quirúrgica, llamada hernioplastia y que consiste en colocar una malla quirúrgica de material sintético con el objetivo de corregir el defecto de la hernia. La hernioplastia puede realizarse de dos formas distintas:
Cirugía abierta: esta es la técnica convencional para reparar la hernia umbilical. Consiste en realizar una incisión por encima o por debajo del ombligo hasta llegar al defecto herniario. Una vez allí, el cirujano lo recolocará en el interior del abdomen empujándolo hacia adentro. Posteriormente, el especialista colocará una malla quirúrgica para evitar que la hernia umbilical se vuelva a producir. Tras colocar la malla, se cierra la incisión con puntos de sutura.
Cirugía laparoscópica: esta técnica es menos invasiva que la cirugía abierta. Consiste en la realización de 3 o 4 pequeñas incisiones también en la zona del abdomen y a través de las cuales se introduce por una de ellas un laparoscopio y por el resto de incisiones el resto de herramientas necesarias para reparar la hernia abdominal. Un laparoscopio es una herramienta quirúrgica que lleva una pequeña cámara en uno de los extremos y mediante la cual el cirujano puede ver el interior en un monitor que está situado en el quirófano y así intervenir adecuadamente al paciente.
Como ya hemos dicho, la intervención quirúrgica para eliminar la hernia umbilical es el único tratamiento efectivo. Si la hernia umbilical no se repara correctamente, ésta podría agrandarse y causar más molestias al paciente, pudiendo incluso llegar a estrangularse, lo que necesitaría una cirugía de urgencia.
La cirugía de hernia umbilical (hernioplastia) tiene una duración aproximada de 30 – 40 minutos y no suele presentar complicaciones. La principal ventaja de someterse a ella es la mejora de la calidad de vida del paciente y la eliminación de los síntomas por completo. Además, de esta manera, se evitará que vuelva a aparecer.
Recuperación tras la operación de hernia umbilical
La operación se realiza de manera ambulatoria, por lo que el paciente puede volver a casa el mismo día de la intervención por su propio pie. En ocasiones, para que el paciente descanse, podría alargarse la hospitalización hasta 24 horas.
Normalmente, la recuperación total tras la operación de hernia umbilical no suele durar más de cuatro semanas tras abandonar el hospital. Transcurrido este tiempo, podrá volver a realizar sus actividades cotidianas como las hacía antes de la operación.
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