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Anosmia

La anosmia se define como la pérdida total del sentido del olfato. Este padecimiento puede presentar de firma primaria o secundaria; es decir, desarrollarse por sí misma o ser producto de otra enfermedad. El segundo caso es lo más frecuente.

El sentido del olfato está ligado al sentido del gusto, por lo cual, al perder el segundo, los alimentos perderán gran parte de su sabor. Asimismo, al no poder oler, se puede estar expuesto a peligros, como fugas de gas o incendios.

Cuando el paciente puede oler de manera parcial, se le conoce como hiposmia.

La anosmia puede ser producto de:

• Destrucción de las conexiones centrales del nervio olfatorio.
• Destrucción del neuroepitelio olfatorio.
• Obstrucción del área nasal.

Con base a lo anterior, se puede comentar que los desencadenantes de anosmia son:

• Resfriados.
• Fracturas nasales.
• Envejecimiento (después de los 60 años).
• Sinusitis.
• Algunos medicamentos.
• Lesiones en la cabeza.
• Enfermedad de Alzheimer.
• Tumores.
• Ataque cerebral.
• Alergias estacionales.
• Covid-19.
• Congénito (puede nacerse con esta limitación).
• Descongestionantes nasales.
• Infecciones virales.
• Tabique nasal desviado.
• Radioterapia.

Disgeusia

La disgeusia es una alteración en el sentido del gusto. Esto deriva en que el sabor de los alimentos y bebidas se modifique, siendo, algunas veces, desagradable en extremo para quien lo experimenta. Además, también presenta, a veces, sabor en la boca, aunque no se esté comiendo nada.

La disgeusia puede originarse debido a infecciones, tumores, traumas, problemas con la articulación temporomandibular, deficiencia de vitaminas, enfermedades degenerativas, de forma congénita, algunos medicamentos y sustancias como alcohol y tabaco.

Tratamiento

Cuando se pierde el olfato por motivos de una afección subyacente, se debe atender ésta; a medida que la enfermedad vaya eliminándose, el olfato deberá regresar. Se pueden usar antibióticos y antiinflamatorios.

Cuando existe una obstrucción, puede ser necesario intervenir quirúrgicamente para despejar las fosas nasales.

En el caso de que el daño sea a los nervios que envían la señal de los aromas al cerebro, no existe una solución.