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Resonancia Magnética

La resonancia magnética es una prueba de imagen que utiliza grandes imanes y ondas de radio que reproducen imágenes del interior del cuerpo en un monito de computadora.

La máquina que hace una resonancia magnética es de gran tamaño y es posible meter el cuerpo entero y gracias a ella, los médicos pueden confirmar sus diagnósticos de afecciones que afectan el organismo.

Una resonancia magnética no utiliza radiación y es un procedimiento nada invasivo.

Esta prueba es totalmente indolora y sólo genera una molestia por el gran ruido que hace.

Al ser un gran y potente imán, la persona que se realizará una resonancia magnética no debe ingresar ningún objeto de metal, como cadenas, anillos o aretes. Asimismo, es importante que se comente al especialista lo siguiente:

• Marcapasos cardiaco.
• Desfibrilador.
• Implante coclear.
• Articulaciones artificiales.
• Stents vasculares.
• Prótesis dentales.
• Placas o tornillos quirúrgicos.
• DIU.

¿Para qué sirve una resonancia magnética?

Una resonancia magnética se puede utilizar para:

• Localizar tumores, masas.
• Analizar los vasos sanguíneos.
• Ayuda al médico a localizar el punto exacto para realizar una biopsia.
• Diagnosticar una infección.
• Revisar una posible lesión cerebral.
• Cualquier afección que esté dañando el corazón, hígado, riñones, bazo, páncreas, glándulas suprarrenales.

¿Cómo se realiza la prueba?

La máquina que realiza la prueba es un tipo túnel al cual será introducido al paciente con ayuda de una cama que se desliza.

El paciente se recuesta y es posible que se le inyecte una sustancia de contraste, la cual será absorbida por el organismo y ayudará a resaltar mejor los órganos internos.

El médico especialista estará en otra habitación y encenderá la máquina, la cual hace ruidos fuertes como golpeteos, los cuales pueden incomodar al paciente. Para ello, se pueden emplear audífonos especiales y hablar por medio de un micrófono con el especialista.

La máquina emitirá poderosas ondas de radio en el cuerpo, mandando señales a la computadora que las transformará en imágenes.

La prueba durar 15 minutos o extender más de 60, dependiendo las zonas a analizar.

LA prueba es indolora y al terminar no se necesita ninguna cuidado o acción especial, el paciente puede volver inmediatamente a sus actividades.